Vida cotidiana: ¡La necesidad de variar la rutina!
- Lucas Fernández Castro Socolich
- 2 may 2017
- 2 Min. de lectura
Días de trabajo normales en muchos casos, en otros, arduas jornadas de estudio. Cotidianamente vivimos sumergidos en la rutina diaria que llevamos cada uno de nosotros. Empezamos al 100% de energía, pero al pasar los meses o semanas de hacer lo mismo nuestra energía va disminuyendo y empezamos a sentir un malestar que muchas veces no podemos expresar y en ocasiones identificar, nos sentimos estancados, sentimos que necesitamos algo nuevo, cambiar, sentimos la necesidad de que algo nos "despabile". Entonces nosotros buscamos hacer otras cosas pero nuestras obligaciones cotidianas muchas veces provocan un efecto barrera, entonces, ¿qué hacer al respecto?
Pequeñas variaciones en nuestra rutina diaria pueden hacer de que pasemos de tener un día típico a uno atípico, por ahí es difícil lograrlo pero nada se pierde con intentarlo. Tales variaciones pueden ser pequeñas acciones que podemos llevar a cabo entre los intersticios de cada actividad, por ejemplo, que al volver en colectivo del trabajo a casa, en vez de colocarse los auriculares para escuchar la misma música cotidianamente, usted podría leer fragmentos de un libro a gusto. En el caso de volver en vehículo usted podría optar por iniciar un diálogo constructivo si es que viene acompañado, si no lo fuese así buscar una emisora de radio en donde se hable de anécdotas o reflexiones, y en el caso de no tener estéreo usted podría hacer un balance de cómo está llevando a cabo el día y cómo quisiera terminarlo. Otro tipo de "pequeña variación" sería la realización de ejercicio, aunque no sea en gran intensidad y duración, usted podría hacer gimnasia en vez de sentarse a ver televisión (y ver lo mismo todos los días) así "despejaría" su cerebro y vería las cosas desde otro ángulo.

Si los fines de semana estás cansado de descansar o te aburrís, hay muchas opciones para hacer. Desde las micro acciones como limpiar la casa, lavar la ropa, planchar, regar las plantas, etcétera, hasta las macro acciones como por ejemplo pertenecer a algún grupo de acción comunitaria y llevar tareas a cabo, visitar parientes que no frecuentamos (es importante mantener el vínculo con nuestra familia) o llevar a cabo alguna acción de ocio deseada como ir al cine, al teatro, a bailar, entre muchas tantas actividades habidas y por haber. Es todo mental, todo está dentro de nuestra cabeza, la intención de cambiar algo para que sea mas llevadero y, por qué no productivo, depende de usted y de cada uno de nosotros. Los pensamientos positivos son una reacción en cadena que pueden hacer de un día común a un gran día ya que tales pensamientos desencadenan acciones positivas que nos nacen y a partir de ellos, y con mucha actitud, resultados positivos. Es hora de poner en práctica esto y derrumbar las barreras del "no tengo tiempo para hacer tal cosa", el que quiere puede. La gracia de todo esto es para sobrellevar los días pesados donde muchas veces sólo queremos volver a casa y dormir y no pensar en que al otro día se tiene que volver a clases o a trabajar.
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